¿Debería embarcar en el vuelo antes? Volar es una experiencia realmente extraordinaria. Muchos de nosotros no nos paramos a pensar demasiado en la ciencia complicada o en la mecánica que hay detrás de un vuelo o sobre el misterio que supone que los aviones se mantengan en el aire. Lo que sí sabemos es que los ingenieros tienen el conocimiento matemático para diseñar aviones que permanezcan en suspensión. Sin embargo, las ecuaciones por sí solas no son capaces de capturar la maravilla aerodinámica que permite que tubos metálicos nos lleven de un lado a otro a velocidades inimaginables.

Quizá se esté preguntando por qué le hablamos de en qué orden embarcar cuando el viaje es lo impresionante. Bueno, aunque parezca trivial, ser de los primeros en embarcar en un vuelo lleno de gente puede ahorrarle muchas molestias y permitirle apreciar tranquilamente la magia de volar.

Este es nuestro valioso consejo para nuestros clientes y empleados: si vuela en clase turista con equipaje de cabina, prevea la aglomeración que pueda tener el vuelo. Si es probable que vaya lleno, plantéese embarcar pronto. Así es más fácil que tenga la maleta de mano cerca de su asiento y no atrás, donde es más difícil localizarla y puede tardar más al salir.

Hablando con nuestros viajeros frecuentes, nos damos cuenta de un hecho que pasa desapercibido. Algunas aerolíneas, cuando necesitan sacar a pasajeros de un avión por la razón que sea, como podrían ser factores como restricciones de peso, el viento o la temperatura, comienzan eligiendo a los últimos que embarcaron.

Por eso, la próxima vez que vaya a volar, trate de llegar con tiempo u optar por el embarque prioritario para garantizar así un embarque que no le de problemas ni a usted, ni a sus pertenencias. Mientras está esperando al despegue, aprecie por un momento el esfuerzo colectivo de científicos, mecánicos, pilotos y miembros de la tripulación que hace posible el milagro de volar.